8.6.09

Un par de gotas más
y el sueño cambia,
diluyéndose con la conciencia
en un vaso de pura impaciencia.

La realidad va borrándose
para abrirle paso al delirio,
pidiendo a gritos amparo
en alguna botella de alcohol.

Y asi vuelve solo a la pensión
donde todo se deja caer,
donde no queda otra cosa más que ver
lo que uno núnca pudo ser...

No hay comentarios:

Publicar un comentario