6.8.09

Entre cuatro paredes no hay mucho en que pensar, pero hay algo que me deja un poco volar, aquella ventana abierta a mi imaginación.
Volando entre las ocurrencias de los días pasados volví a caer en mi nostalgia.
Llegaba de un día no muy agitado pero lleno de ahogos y desesperaciones, llegaba con la esperanza de tirarme y no pensar más.
Al lograr cerrar mis ojos sentí que habia alguien, mirándome, observándome, frustradamente y oi su voz, una voz finita, como de una niña afligida y me decia:- no sos la que soñaba, la que anhelaba ser, no sos yo, no sos quién queria ser.
No entendí qué pasaba, pero abrí los ojos y no habia nadie, tal vez esté volviéndome loca, me dije, tal vez sea el sueño o el cansancio, y cerré los ojos.
No logré conciliar el sueño en toda la noche, y asi permanecí en vela pensando en aquella vocecita que rondaba en mi mente, cuando por fin entendí que era yo.
Era aquella niña afligida que de chica soñaba con volar, que soñaba con cuentos de hadas y finales felices, y que ahora estaba frustrada por no ser quién soñaba.
Lloré toda la noche, caian lágrimas por mis mejillas, queria salir, queria terminar con todo esto, con la tristeza y la desesperación que me acompañaban, queria terminar con aquellas compañeras que yo no habia elegido tener, y me decidí... me queria rendir.